En NoGracias estamos continuamente criticando la investigación basura promovida por la industria para justificar las bondades de sus productos, las debilidades de los procesos de difusión (revistas médicas), síntesis (guías de práctica clínica) y evaluación de ese conocimiento (procesos regulatorios), así como los sesgos que la actividad comercial introduce en los decisores clínicos.
Pero no solo los intereses comerciales están influyendo en este desperdicio: hay factores relacionados con aspectos académicos, profesionales, editoriales o los llamados desincentivos metodológicos (por ejemplo, es más fácil investigar con medicamentos que con intervenciones más complejas como las sociales o asistenciales) que también están contribuyendo a este gran desperdicio universal de talento y dinero.
La cantidad de recursos económicos invertidos en toda la cadena del conocimiento biomédico que no sirve para mejorar la atención de las personas y poblaciones es abrumadora.
Pero ¿cuánto es “abrumadora”?
http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(09)60329-9/abstract
En un artículo de 2009, nunca suficientemente citado, firmado por Iain Chlamers y Paul Glasziou, dos de los padres de la MBE, se cuantificaba este desperdicio en un, efectivamente abrumador, 85% de todos los fondos dedicados a investigación biomédica.
Los grandes agujeros negros por los que desaparecen los recursos dedicados a investigación se llamaban irrelevancia, sesgo metodológico, falta de acceso… Leer más...
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